El Sol pasando por l puerta 22 un tránsito energético que invita a la expresión consciente del espíritu a través de las emociones. Esta energía nos pide profundizar en nuestra capacidad para abrazar la misericordia y la gracia en nuestra vida, incluso en medio del sufrimiento.
Esta energía nos permite conectar con la misericordia y la consideración hacia los demás. Actuamos desde un lugar de amor profundo y compasión, siendo conscientes de las emociones ajenas y respondiendo desde una mayor sabiduría.

La más alta frecuencia de esta energía es la gracia: un estado de presencia perfecta, donde nos entregamos a la certeza de nuestra divinidad. Es como convertirnos en un instrumento perfectamente afinado y ejecutado por lo divino, recordando con claridad todo lo aprendido. En este estado, todo el karma y el sufrimiento se desvanecen, y la vida fluye en armonía.

En su baja frecuencia, esta energía puede manifestarse como desprecio, expresándose a través del drama y el dolor exacerbado. En este estado, la persona puede parecer equilibrada y calmada, pero en realidad está reprimiendo miedo y rabia con una gran habilidad social que fomenta el odio y resentimiento. O bien, en su expresión más negativa, se muestra como una persona inadecuada, con comportamientos antisociales y destructivos, lo que refleja una vida interior llena de frustración.
Te invito a reflexionar sobre estos aspectos en ti durante los próximos días. Permítete descubrir cómo la luz y la gracia pueden iluminar tu ser, transformando el sufrimiento en una enseñanza profunda.
¡Que esta energía te guíe hacia una vida de mayor compasión y sabiduría!

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